Daily Archives: 30 Marzo, 2012

“El mediador familiar”

La pasada semana, mi compañero Javier Salgado y yo, concertamos una cita con el grupo de Mediación Intrajudicial de Santiago de Compostela. Dado que nuestro trabajo TS se basa en las posibles causas que originan un divorcio así como los vínculos comunicativos que llevaron al mismo y se rompen tras la separación, creímos conveniente realizar una entrevista a Juan Daponte y Olga Failde, profesionales que trabajan mano a mano en este servicio.

Psicólogo y abogada de profesión, se encargan de llegar a un acuerdo entre parejas en trámites de divorcio sin tener que esperar a juicio. Su trabajo consiste en establecer una comunicación entre las dos partes afectadas, ejerciendo la función de mediadores en la conversación. Como ellos mismo nos explicaron, “no se trata de darle la razón a ninguno de los dos, sino intentar llegar a una solución conjunta, que favorezca ambas partes”. Todo lo que se habla en estas sesiones es confidencial, y en ningún caso podrá interceder en el proceso judicial, pero si se produce un acuerdo, este tendría el mismo valor que una sentencia.

Daponte y Failde, nos comentaron que tras 3 años de trabajo, actualmente se ven totalmente desbordados de trabajo, pues cada vez son más las parejas que piden a los jueces acudir a estas sesiones, pues es un servicio a disposición del juzgado. El objetivo de esta mediación es intentar que parejas comunicativamente “rotas”, puedan solucionar problemas que se esconden detrás de exigencias económicas e intereses relacionados con la custodia de los hijos.

 

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Veres Ojea TS  3C, ProT 4B1

¡MERAVIGLIOSA TORINO!

Gran desconocida para el servidor, Torino formará parte de mi día a día dentro de unos pocos meses. Meses que se harán eternos desde luego. Ese es mi destino Erasmus y junto con otro compañero de clase, Juan, iniciaremos una etapa nueva y grandiosa de nuestra vida.

Me arde el alma por que llegue el momento.  Explotar con la buena comida, conocer gente nueva que te aporte infinidad de cosas y porque no…pillar unas buenas  “borracheiras” en las Erasmus parties que tanto dan que hablar. Sin excederse claro.

Intentaré además, no abastecerme solo de la compañía de ellos, sino también de los autóctonos del lugar y explorar realmente lo que es el mundo italiano, sus gentes, su modo de vida y su cultura. Lo veo un poco complicado pero todo se andará.

En estos meses previos al Erasmus vivo como en una especie de nube mezclada de estrés, nervios, un poquito de miedo e ilusión. Nadie me ha hablado mal de la experiencia, así que espero que esa nube sea pasajera  y de paso a esa gran ciudad, cuna del FIAT y de las deliciosas chocolatinas “gianduiotti”.

Vallo Mirás, S3D, 4B2

O fin xustifica os medios?

 Los hombres no se hacen criminales porque lo quieran, sino que se ven conducidos hacia el delito por la miseria y la necesidad.

 Con esta frase do filósofo chino Ten-si, do século V a.C comeza o filme debut Navajeros (1980), do director español Eloy de la Iglesia.

A película, ambientada en plena crise laboral de comezos dos oitenta, xira en torno a un único tema: a delincuencia xuvenil.

Nos barrios marxinais do Madrid da época, moitos nenos e adolescentes eran analfabetos; non polo feito de que non puidesen ir á escola, senón porque a súa educación familiar era practicamente nula. Os fogares rotos, inexistentes eran habituais. A prostitución, os malos tratos, as drogas e as armas formaban parte do día a día de nenos sen rumbo. A cárcere facíase habitual: era frecuente que algún familiar ou amigo estivera preso.

As circunstancias provocaban a rebeldía dos adolescentes, que carecían de calquera tipo de formación. A fame, a necesidade traía consigo violencia, armas, prostitución e droga, creándose un círculo vicioso.

Isto lévame a expor unha cuestión: É a mala conduta innata á personalidade do ser humano ou é provocada polas circunstancias?

Bouza Veiga S1B, S1A1

Familia y muerte

Hace dos días asistí a un funeral por primera vez en mi vida. Era el funeral de mi abuelo paterno, quien murió en Inglaterra el 9 de marzo, con 92 años. Fue una experiencia bonita, ya que significaba la reunión de la familia, que habitualmente se encuentra esparcida por el mundo. En contadas ocasiones se reúnen todos sus miembros: en bodas, y funerales. Sin embargo no dejamos de sentirnos familia. Especialmente en los funerales.

En un funeral no sólo se produce una unión física. Al encontrarse las personas alrededor de un fallecido, se unen sentimentalmente. Ponen en común su tristeza en un extraordinario acto de comunicación, que en cada cultura se escenifica mediante distintos ritos, símbolos y signos. El nuestro fue un acto a su vez solemne y distendido. En la pradera que es el cementerio nos agrupamos los afligidos y tras la lectura de un poema, nos turnamos libremente a compartir con los demás nuestros sentimientos con signos verbales y no verbales: ofreciendo unas palabras o una flor, arrojando una mano de tierra sobre el ataúd, un abrazo prolongado, un llanto, o una sonrisa de ternura. Contagiamos entre nosotros ese llanto o esa risa. Agrupados alrededor del abuelo creamos vínculos, tejimos una manta de afectividad con hilos invisibles, hechos de un material imaginario: de una idea, la familia.

La familia es una idea, una construcción social. El filósofo Ramón Xirau ha dicho: “El mundo de los hombres está hecho de seres en comunicación que se perciben los unos a los otros como semejantes porque comparan al otro con ellos mismos”. Los seres de una familia sentimos que esa semejanza es mayor. Cuando asistimos al funeral de un ser querido necesitamos especialmente comunicarnos (los ritos, símbolos, signos verbales y no verbales) porque nos comparamos con la persona que homenajeamos: sabemos que nosotros también moriremos. Necesitamos reforzar la idea de familia, que entonces trasciende de ser sólo idea a significar solidaridad, afecto, supervivencia, compañía, comprensión, amor.

En fin. Sin muerte, no hay vida.

Neilson, S2F, 3A4