Que fluya

No nos engañemos, todos sabemos qué es lo que queremos,  cuál es el camino que debemos seguir. Ante una decisión importante, cuando tenemos que escoger algo que va a modificar nuestro futuro, sabemos de antemano qué es lo que nos hará felices.  Es como si una voz interna nos lo dijese. Sin embargo sentimos miedo, o llamadlo cobardía, vértigo, timidez… o causas externas que influyen en nuestra decisión. Luchar contra nosotros mismos en un sin sentido, si sabemos que tenemos que hacerlo, hagámoslo. Igual es que estamos demasiado acostumbrados a lo que ya conocemos, nos sentimos seguros en lo conocido y lo desconocido nos asusta. Pero quién sabe la cantidad de cosas que nos perdemos por no dejarnos ir.

Para el año bastantes de nosotros estaremos a miles de quilómetros de Santiago. Yo estaré en Thessaloniki, Grecia. Desde el primer momento que pisé esa ciudad supe que tenía que volver, que allí era dónde debía estudiar. No sé por qué, pero lo supe. Este año nos dieron la oportunidad de irnos y durante unos días lo estuve pensando. No entiendo el por qué. Sabía que me tenía que ir, pero me paralizaba el vértigo, un país diferente, una lengua distinta, dejaba atrás a amigos, compartiría piso con gente que ni aún hoy conozco… Ahora mismo estoy emocionado por irme, no puedo ni imaginarme la cantidad de cosas que voy a vivir y la gente que voy a conocer en solo 9 meses. Y cuando todo acabe, aquí todo seguirá igual y nosotros también. Aunque,por dentro, habremos cambiado.

http://es.scribd.com/doc/50672503/LA-VOZ-INTERIOR

Millos Castro, Javier S2C, 2B2