El sentido común como sistema cultural
En “El sentido común como sistema cultural” C.Geertz nos explica el propio significado de “sentido común” y nos demuestra a través de una serie de ejemplos cómo éste varía en función de las culturas. Partiendo del principio, si pensamos en “sentido común” debemos hacernos una pregunta: ¿Común a quién?
Para ejemplificar la distinta concepción que hacen las diferentes culturas sobre este concepto recurre a la intersexualidad, quizás término mejor conocido como hermafroditismo. A pesar de las diferencias latentes entre la cultura estadounidense, los indios navajos y la tribu pokot, todos ellos coinciden en lo mismo, el hermafroditismo no entra dentro de lo normal. Sin embargo, lo que para unos es de sentido común para otros es totalmente lo contrario. Partiendo de este precepto para los estadounidenses es de sentido común que el sexo se clasifica en masculino y femenino por lo que un intersexuado es sinónimo de horror. Los indios navajos ven a los intersexuados como una bendición y la tribu pokot los considera inútiles por no cumplir las funciones ni de un hombre ni de una mujer. Así pues, esto responde a la pregunta formulada anteriormente ya que está claro que el sentido común no es común a todos por igual, varía completamente en función de las culturas. Lo que para unos es aceptable para otros es cuestionable.
“El sentido común se basa precisamente en la afirmación de que la realidad no dispone de otra teoría que la de la vida misma” afirma C.Geertz. Partiendo de esta afirmación, es preciso recordar que el sentido común mantiene una estrecha relación con la experiencia y con la historia por lo que poco a poco va incorporando cambios. Con ello y tras una reflexión personal sobre la intersexualidad tras los ejemplos expuestos, el sentido común parece aflorar una serie de prejuicios frente a todo aquello que no entra dentro de lo común. Prejuicios hacia todo aquello que sobresale por encima de todo a lo que estamos acostumbrados y que no hacen otra cosa que moldear nuestras percepciones e interpretaciones llevándonos a hacer juicios muchas veces erróneos.
Por último y relacionando un poco la lectura con mi tema creo que para los emigrantes gallegos retornados podría haber sido sentido común tanto el dejar Galicia para buscar un empleo que aquí no eran capaces de encontrar como el volver al verse agotadas las posibilidades de prosperar en el país receptor. Sin embargo, puede que para otras culturas no sea de sentido común tomar esta solución porque recordemos una vez más que el sentido común no siempre es tan común como pensamos.
Santos Villaverde, Andrea 143 C03
Posted on 25 Febreiro, 2014, in Lecturas e filmes and tagged 143.C03, andrea, santos villaverde, sentido común. Bookmark the permalink. Deixar un comentario.
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