Culturas en contrapunto
Tratar temas como las migraciones no es algo novedoso, han sido siempre una constante. Sin embargo, desde hace ya algunos años, la famosa “fuga de cerebros”, ha ido en aumento. Bien por cuestiones laborales, económicas y, en menor caso, familiares, cada vez son más aquellas personas que se ven obligadas a tomar maletas y salir de su país natal.
Al igual que pasó con nuestros antepasados, una vez que llegamos al lugar de origen nos encontramos perdidos. Perdidos y desorientados tanto en el “nuevo mundo” como en el “viejo”. Por ello, es vital que los medios de comunicación sirvan de nexo conductor de esa nueva minoría al resto. Sin embargo, eso no pasa. Ese pequeño colectivo queda desplazado.
Es necesario que los medios de comunicación doten de voz a esas pequeñas minorías y no continúen desplazándolas más, ya que a este ritmo migratorio, la pequeña minoría acabará ganando cada vez más terreo. Y esperemos, que más voz. No necesitamos solo una manera de ver las cosas y que sea la correcta, si no que necesitamos perspectivas para conocer 100% el entorno en el que vivimos.
Por último, comparto un estudio sobre las migraciones en el mundo que data del 2011, y aunque algunos datos puedan quedar ya obsoletos, las cifras hablan por si solas.
Carla Castro Zapatero 141B05
Posted on 27 Febreiro, 2014, in Lecturas e filmes and tagged 141B05, Castro Zapatero, Culturas en contrapunto, seminario 1. Bookmark the permalink. 2 Comentarios.
La fuga de cerebros es una de las mayores preocupaciones que se tiene hoy en día en el ámbito científico. Con la crisis se acentúa mucho más y eso es lo preocupante, que se recorta en investigación y así los científicos no tienen manera de seguir con su trabajo. Luego al cabo de los años nos llegan noticias de que grandes investigadores españoles han conseguido numerosos avances en sus estudios. Una pena que siempre sea fuera de nuestro país.
Veiga Franco, María 143 C05
Completamente de acuerdo con María. Es una pena que los jóvenes españoles que quieren emprender o que simplemente quieren ejercer la profesión para la que se han estado formando durante, como mínimo, cuatro años tengan que irse de su país para poder realizarlo. Tal y como dice María, después se ve como jóvenes españoles han sacado adelante empresas o han descubierto la cura contra alguna enfermedad. Y ¿donde?, en otro país que por desgracia no es España.
Laura Rapa Casariego 143 D01