Cuestión de confianza
Bauman hace referencia a la falta de seguridad que existe en la sociedad, corrompiendo como consecuencia una parte de la comunidad. Yo también opino lo mismo, más aún, cuando en esa sociedad hay una crisis económica como la actual, aumentando de una forma exponencial esa inseguridad entre las personas. Inseguridad viene provocada por la desconfianza existente entre nosotros, ya no confiamos en nadie. Es algo que ahora casi se enseña en todas las casas, no confíes en nadie. Esa frase que toda madre le dice a su hijo al salir de casa “No hables con ningún desconocido”. Es cierto que no se puede confiar en cualquier persona; tiene que tener algo que demuestre que esa persona merece tu confianza.
Sin embargo, se puede observar las diferencias entre vivir en una comunidad grande como una ciudad a vivir en una pequeña como un pueblo o aldea. Cuanto más grande sea la superficie y el número de habitantes mayor será el anonimato de esa persona y menos información dispondrás de ella, por lo que la confianza será más difícil de conseguir. En cambio en un pueblo pequeño donde es fácil conocer a casi todos los habitantes de esa región la confianza se va afianzando día a día, consiguiendo de esta forma una seguridad en la comunidad. Con esto no quiero decir que en los pueblos haya más seguridad que en las ciudades, que puede ser todo lo contrario. Solamente que en un pueblo la interacción entre personas es más fácil y no exige tanto esfuerzo como en una ciudad.
En el texto se hace referencia también a la imposición de castigos a las personas que incumplan las normas para así asegurar la integridad de la comunidad. Esta es una medida que tiene que existir para asegurar cierta armonía, pero la confianza es algo que se debe introducir desde pequeños en la educación. Una persona tiene que aprender a confiar en los demás, a ser solidario y a convivir con el resto de ciudadanos. En el siguiente enlace os pongo un artículo en donde se habla sobre la seguridad ciudadana.
García Chouciño, Alejandro 141 C05
Posted on 28 Febreiro, 2014, in Lecturas e filmes and tagged Epílogo, García Chouciño Alejandro, Lecturas e filmes. Bookmark the permalink. 3 Comentarios.
“No hables con ningún desconocido”. No había caído en la cuenta de ese aspecto en el origen de la desconfianza. Es cierto que ya se nos enseña desde pequeños que no debemos confiar en los demás, pues representan un posible peligro. Sin embargo, es comprensible. Las personas no solo temen por ellas, también lo hacen por sus allegados. La propuesta que haces sobre la educación en la infancia me parece una forma de reducir esa desconfianza, pero al mismo tiempo es una cuestión bastante complicada, ya que los niños son muy influenciables. No sé cómo podría orientarse, en realidad. Suena como un “Confía en las personas, pero no en todas”. La pregunta es, como siempre, la misma: ¿En quién?
PARDO CREGO, ALICIA 142.A04
Tienes razón. A un niño no se le puede decir que confíe en todas las personas porque no vivimos en un mundo seguro por desgracia. Pero si se puede educar de forma que aprenda a confiar en las personas en base a ciertos criterios o aspectos que aseguren que ese ciudadano es de fiar. Cierto es que de un desconocido no te puedes fiar de el en un primer momento. Pero tampoco es cuestión de meter el miedo en el cuerpo y pensar que todos los desconocidos nos van a robar o a hacer cosas perversas.
García Chouciño, Alejandro 141 C05
Tienes razón en lo que dices. Pero yo creo que tampoco se puede exceder en esa desconfianza de lo anónimo porque finalmente acaba provocando una mayor inseguridad. El miedo nunca es la solución.
García Chouciño, Alejandro 141 C05