Daily Archives: 4 Marzo, 2014
La Educomunicación como motor de la transformación social
El campo de la cooperación en clave de solidaridad necesita valerse de una serie de elementos que le hagan posible alcanzar su objetivo. La solidaridad, entendida como la ayuda para la mejoría de las condiciones de vida de una comunidad, es el camino clásico de la cooperación. Sin embargo existen otras vías, que prestan una ayuda más indirecta, como puede ser el caso de la educación.
Para el desarrollo de una civilización la educación es algo fundamental, clave en la transformación y evolución de éste. Por ello no es de extrañar que en las labores de cooperación internacional y desarrollo se creen escuelas en países subdesarrollados. Los jóvenes nunca podrán desarrollar una actitud crítica ante su situación y un conocimiento suficiente de los medios, incluidos los de comunicación, con los que cuentan para lograr una transformación social. En particular, la educación para la comunicación es la denominada educomunicación, centrada en el aprendizaje del uso de los medios de comunicación por parte de las sociedades necesitadas y del diálogo como forma de crear conciencia social y fomentar la cooperación de ésta. La comunicación entre individuos se centra principalmente en el diálogo, en la interacción entre personas y en cohesión social.
Pero a parte de ser un elemento de gran utilidad en el campo de la cooperación, la educomunicación es algo que debería fomentarse, aunque no con la misma profundidad, en los centros educativos. Se deben impulsar y fomentar las habilidades para el diálogo y la comunicación en sociedad. Algo a lo que todos estamos expuestos tanto en nuestra vida cotidiana como en la vida laboral. Debe entenderse como una herramienta muy beneficiosa en el campo de la cooperación internacional y el desarrollo ya que ofrece a las sociedades una ayuda eficaz a largo plazo. La educación crece, se hace más poderosa y más fuerte, crea juicio y opinión. En definitiva, constituye el primer paso para una transformación social.
Cañal Vega, Paula
141.A04
¿Olvidados?
Ha pasado un mes desde que la empresa mexicana Pemex anunciase que las gallegas Navantia-Ferrol y Barreras serían, finalmente, las encargadas de construir sus ya famosos floteles. ¿Alguien lo recuerda?
Durante meses, los medios de comunicación nos bombardeaban con información sobre la difícil (dificilísima) situación del naval gallego: que se habían destruido ya miles de empleos, que los trabajadores del sector protestaban un día sí y otro también, que la Xunta y el Gobierno no hacían nada para ayudar a los astilleros, que el contrato con Pemex no llegaría nunca…
Las últimas noticias que tenemos de los astilleros son que Navantia-Fene no participará en la construcción de los barcos para Pemex, porque así lo ha decidido la propia compañía astillera después de anunciar lo contrario; y que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró en el Congreso que Navantia tendrá más carga de trabajo pronto. Hoy mismo, el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, anunció en Ferrol el programa con el que se construirá el flotel, pero la noticia sólo ha aparecido en los medios locales.
El boom parece haber pasado. Y mientras los periodistas no seguimos informando sobre lo que pasa, y más importante, sobre lo que puede pasar en los astilleros cuando se terminen los barcos de Pemex, los trabajadores sí continuan pensando en ese futuro que no es tan lejano como nos hacen creer.
GUIANCE PIÑEIRO, HENAR 142.C05
Remediar la soledad
“Mi gran problema fue que no quería dejar el alcohol. Me dio una vida mejor de la que tenía. Aunque lo cierto es que había salido de un infierno para meterme en otro”. Tomó su primera copa a las catorce años, aunque ya sabía de cerca lo que eran las bebidas destiladas. Su padre también era alcohólico.
El jueves, 27 de febrero, el sol, por raro que parezca, bañaba la terraza de la Plaza Roja en la que nos sentamos a tomar un café. Hablamos de Alcohólicos Anónimos y de su experiencia en la organización, tanto en su rehabilitación como colaborador. A día de hoy, son 35 años los que acumula a sus espaldas sin beber.
Su travesía con la bebida empezó joven, en México, su país natal. Tal y como él narra, en un principio supuso un descubrimiento fabuloso, una catapulta hacia la vida social dentro de su colegio, agrandando sus relaciones sociales y adquiriendo status, llegando a convertirse en el representante de los estudiantes. Cada vez la ingesta era mayor y el efecto menor, con excepciones. Llegó a sufrir un coma etílico, momento en el que sus compañeros de borrachera temieron por su vida y empezaron a dudar de su control. A pesar de vivir un infierno, al día siguiente siguió bebiendo. Poco a poco, entró en una espiral destructiva en la que el resto de los amigos le dejaron aislado, teniendo que buscar nuevas compañías para beber.
Su caso no es diferente al de otros alcohólicos. Hay muchas causas por las cuales una persona decide darse a la bebida, entre ellas problemas a la hora de relacionarse. La personalidad débil de una persona tímida, aislada de su círculo social por no tener las aptitudes suficientes, la carencia de la destreza en las relaciones interpersonales, la conduce a una situación de soledad muy dolorosa. Y esta situación desaparece con un par de copas encima.
Él ha conseguido superar su adicción con la ayuda de AA. Y ahora ayuda a otros a llegar a la meta en la que él se encuentra. En el próximo post, hablaremos de cómo el apoyo entre personas que sufren la misma problemática es decisiva.
Neira Feáns, Carolina. 142 B04
Centos de persoas unidas por un mesmo destino
Cúmprense semana e media da viaxe que tiven o pracer de realizar coa peña santiaguesa Merlegos Celestes. Unha viaxe que supoña o noso primeiro gran contacto con este tipo de asociacións, así que atopábame nervioso ante a inquedanza polo que puidera pasar nas próximas horas xuntos a aqueles descoñecidos.
Serían as tres da tarde cando chegamos ao bar dos Merlegos, lugar de encontro desta peña, e onde o seu presidente nos dixera que asistiramos para acompañalos na súa viaxe en bus a Balaídos. Alí, un pouco tímidos, o presidente Miguel presentounos a Xoán, a persoa que se encargaba de realizar este tipo de traxectos, non por satisfacción, que tamén, senón porque se lle encargou esa faceta por sorteo.
N0 bus, subvencionado polo Celta, non viaxan só os Merlegos senón que o fan dúas peñas máis, Norte Celeste e Milladoiro. Aínda así, estes últimos, viaxaban desta vez noutro autocar, pagado entre todos, debido a gran cantidade de xente que viña dende o Norte.
Unha vez subidos ao bus a cousa cambiou. Xoán presentounos aos compañeiros da peña coma os periodistas, tratounos coma uns profesionais, pero sobre todo sabía facer que nos sentísemos cómodos dentro dun grupo de estraños.
Polo tanto e despois do aplauso que nos deron no bus comezou a travesía. Guiados por un pícaro rapaciño que destapaba todos os trapos sucios dos alí presentes e que ademais era o que se mostraba máis interesado polo traballo que andábamos a realizar, emprendemos rumbo Balaídos.
No traxecto, que durou unha hora, deunos tempo a coñecer como organizan as viaxes, que supón para cada un a presenza nesa peña, as pachangas que votan entre elas, e como dato curioso coñecemos o absoluto secretismo no que viven os membros de Norte Celeste, ante os posibles ataques de radicais deportivistas.
Unha vez chegados a Vigo acudimos ao bar Movie, sede doutra peña céltica, os Carcamans Celestes. Alí reúnense diversas destas asociacións para relacionarse e comentar a previa do partido, compartindo unhas cervexas e uns pinchos. Nese lugar Xoán presentounos a moita xente e permitiunos contactos que nos servirán de moita axuda para próximas historias, como por exemplo, a presentación do libro de Jacobo Buceta que se realizará na sede da Peña Milladoiro.
Unha vez desenvoltos entre tanto celtista acudimos ao Estadio cos Merlegos e poidemos vivir un gran partido con estes intrépidos personaxes. Pena o resultado de empate a un gol.
FERNÁNDEZ OJEA, BRAIS 141 C04
Viernes de Carnaval
Como ya explicó en su entrada Estefanía, el pasado viernes fue la fiesta de Carnaval sobre la que habíamos hablado. Fueron horas de baile, música, disfraces y comida.
No sabíamos bien en qué iba a consistir la fiesta, así que, como no íbamos a actuar no fuimos disfrazadas. Llegamos y vimos que absolutamente todo el mundo estaba disfrazado, así que decidimos improvisar un disfraz en cinco minutos. Y al estar todos disfrazados, bailando, a mi se me olvidó que estábamos en una asociación para gente con síndrome de Down.
En el escenario había un coche rojo para la actuación de Grease. Una madre vino a explicarnos cómo lo habían hecho: con cola, papel y pintura, durante muchos días. De hecho, toda la decoración la habían hecho ellos.
En mi primera entrada expliqué que pretendía sentirme parte del grupo. El viernes fue así. Hablamos con las madres, una monitora y una chica nos prestaron maquillaje y bailamos la conga todos juntos. Aproveché para fijarme en la comunicación entre la gente que había allí. Las madres con sus hijos, igual que cualquier otra madre. Orgullosas de ver a sus hijos actuar y grabándolo todo. Los chavales entre ellos se relacionan como cualquier grupo de amigos. También me llama la atención la comunicación entre los “monitores”. Parece que se entienden sin palabras, se miran y ya saben quién tiene que hacer qué, quién necesita algo… Seguramente fruto de la experiencia. Y cómo ya dije, la interacción de todos con nosotras no pudo ser mejor.
Por otra parte, dejo aquí un enlace de la metodología IAP: “Método de investigación y aprendizaje colectivo de la realidad, basado en un análisis crítico con la participación activa de los grupos implicados, que se orienta a estimular la práctica transformadora y el cambio social”. Ya os hablaremos más de él, pero para nuestro caso, este procedimiento puede resultar muy útil.
MACÍAS TARRÍO, ROSALÍA 142.D04
Menores y matrimonio, una misma realidad
Hace dos semanas os hablaba de la prueba de fármacos en menores con problemas de salud mental. Hoy, siguiendo la tónica de los niños, trataré el tema de la ética matrimonial.
Prácticamente todos los días vemos en la prensa noticias sobre matrimonios, especialmente en países árabes, de menores con hombres que suelen superar los 40 años. Matrimonios pactados y con intereses de por medio. Muchas familias casan a sus hijas pequeñas con varones que triplican o cuadriplican sus edades con el fin de garantizarle comida y dinero. A veces, se trata más de la venta de la hija, en el sentido de que la familia es demasiado pobre y a cambio de la menor el hombre interesado les proporcionará tierras, dinero, animales, cultivos u otro tipo de bienes. En otras ocasiones, la venta se debe simplemente a la concepción cultural de que la única utilidad de las niñas es procrear, puesto que no se les permite trabajar en muchos lugares. Independientemente del motivo, la menor pasará a ser “posesión” del hombre a fin de obtener este satisfacción sexual y poder procrear.
Ahora, supongamos la misma situación pero con un ligero cambio: el hombre padece una enfermedad mental. La menor tendrá que vivir con este, sufriendo sus -de ser el caso- alucinaciones, ataques y/u otras secuelas que su enfermedad le produce. Sin embargo, la familia, por los mismos motivos mencionados anteriormente, acepta.
Aunque el estado de la salud sea un factor relevante, me opongo firmemente a ambos intentos de matrimonio. Sea cual sea o esté como esté el estado mental y/o físico del hombre, la menor tendrá de igual modo una vida condicionada por la decisión de su familia. Vivirá sometida a los interese de su, casi en ocasiones, “dueño” y no tendrá libertades individuales. Que la persona que pide su mano tenga problemas de salud mental no hace que un matrimonio sea más cuestionable que otro. Ambos, desde mi parecer, deben ser prohibidos y erradicados de la sociedad. Es, la menor, quien cuando alcance los debidos años, deberá escoger con quién o con quién no quiere casarse. Ella y solo ella debe encaminar su vida y no ser, su familia por atender a intereses o por elegir el camino más fácil para salir de la miseria, quien determine el resto de sus días. La menor, también tiene derechos.
Ahora, mi pregunta, ¿cuál de los dos matrimonios consideráis vosotros más ético?
Pérez Seijo 142. E04