Comunidad Vs. Sociedad, de Ferdinand Tönnies

En el tema 2 de los apuntes facilitados en el blog sobre la materia de esta asignatura se habla sobre la comunicación comunitaria, desglosada en el tratamiento del concepto en sí mismo, sus características y los posibles modelos. Así, comienza haciéndose referencia al concepto de comunidad y su vinculación con el de comunicación en tanto en cuanto ambos proceden de la matriz “común” (aquello en lo que se participa juntos). De esta manera, en los apuntes se menciona a Ferdinand Tönnies y su ensayo “Gemeinschaft und Gesellschaft”, referente de la Sociología clásica.

Ferdinand Tönnies, fue un sociólogo alemán, miembro fundador de la Asociación alemana de sociología, y famoso por su distinción entre los conceptos de Comunidad y Sociedad Gemeinschaft und Gesellschaft, que dan diferentes tipos de relaciones sociales. Tönnies publicó su obra en 1887, en pleno cambio social a causa de la Revolución Industrial.

Comunidad es lo antiguo y sociedad lo nuevo, como cosa y nombre. […] comunidad es la vida en común (Zusammenle-ben) duradera y auténtica; sociedad es sólo una vida en común pasajera y aparente. Con ello coincide el que la comunidad deba ser entendida a modo de organismo vivo, y la sociedad como agregado y artefacto mecánico.

(TÖNNIES, Comunidad y sociedad)

Esta distinción recogía, entre otras cosas, algunos de los aspectos más significativos implícitos en el proceso de transición de la sociedad tradicional a la sociedad industrial. Es decir, con esta interpretación, dicha transición supondría un ciclo de cambio de un período de Comunidad a un período de Asociación. En esta diferenciación, Tönnies reflejó un fuerte contenido de crítica social y un cierto intento de conceptualizar la superioridad de unas u otras formas de lo social.

De esta manera, Tönnies empleó los conceptos de comunidad y asociación en una perspectiva analítica e histórica bastante compleja; una lectura un tanto atenta nos permite situar su dualidad de referencias en los siguientes términos: por una parte, el concepto de comunidad connota vínculos personales naturales y afectivos, motivaciones morales, altruistas y cooperativas, consolidándose como un organismo vivo, cohesionado por el afecto, la simpatía y la voluntad de compartir; por la otra, el concepto de asociación está ligado a las relaciones impersonales, instrumentales y tácticas, propias de la sociedad de masas, a motivaciones racionales e interesadas y a una estructura imaginaria y mecánica de lo social, siendo un artefacto cohesionado por meros lazos jurídicos o de necesidad interesada. Así, en la asociación las interacciones sociales no son vistas como fines, sino como medios, prima la competencia, el afán de lucro y el egoísmo.

En definitiva, el tránsito de la comunidad a la asociación  supone la modificación de los vínculos sociales primarios y las formas de relación directa y su progresiva sustitución por formas abstractas e instrumentales de relación, marcadas por la lógica del mercado.

Si os interesa el tema, podéis echarle un ojo a este documento, especialmente al tercer epígrafe en el que se trata esta diferenciación.

Además, en la obra de Charles Chaplin, “Tiempos modernos”, se presenta un alegato frente a la deshumanización del trabajador producido por la máquina y la forma intensiva de organización del trabajo propia de esta época. Aquí os dejo una escena de la película.

Para finalizar, cabe vincular este tema a uno de los materiales recomendados para la materia y llevados posteriormente a debate; en “Local Hero” (“Un tipo genial”) se plasma la anteposición del ser humano de su trabajo a la realidad y del dinero a todo lo demás, lo que lleva a transformar en virtuales sus relaciones (propio de la asociación y no de la comunidad)

SÁNCHEZ ÁLVAREZ PAULA 152.H04

Posted on 26 Marzo, 2015, in Posts individuais and tagged . Bookmark the permalink. 1 comentario.

  1. seminariocomunicacion1

    Supongo que las comunidades se adaptan a la época o periodo que les toca vivir, y que siempre han existido comunidades alimentadas en un componente afectivo y comunidades más burocratizadas y fundadas en unos intereses comunes. La terminología es lo que realmente varía, y de hecho creo que también esta diferenciación está bastante difusa en tanto que existen asociaciones que son verdaderas comunidades (asociación cultural Radio Prometea) y comunidades en las que el vínculo es más bien nulo y orientado a un objetivo utilitario (comunidades de propietarios).
    Chaplin es un genio de la comunicación no verbal, y la película no podría ser más representativa del tema que ocupa el post.
    Respecto al periodo que nos toca vivir ahora, en el que al trabajo se suman las nuevas tecnologías y un individualismo cada vez más imperante, es necesario que la comunicación comunitaria sepa jugar sus cartas adaptándose a los nuevos tiempos. Es curioso como en una sociedad con cada vez más acceso a los medios y posibilidades de comunicación, así como un mayor compromiso social, cada vez haya menos cohesión y compromiso comunitario; y como en base al individualismo que nos define, cada vez las comunidades son más pequeñas a pesar de las mencionadas facilidades de las que disponemos.
    Creo que estos conceptos además son bastante significativos a la hora de entender las diferentes disputas territoriales que han existido durante el colonialismo y existen aún ahora cuando se trata de imponer comunidades de forma artificial en territorios en los que ya hay una comunidad establecida previamente.
    En este sentido el localismo es uno de los grandes protagonistas dentro de los vínculos de los que depende una comunidad, así como la participación horizontal de los miembros de la misma, el sentirse una parte importante de ella y no simples “engranajes” de una maquinaria.
    Los medios de comunicación responden a modelos de asociación, en su mayor parte privados, que persiguen intereses económicos o políticos o ambos. El compromiso social hasta cierto punto está bastante cubierto por los mismos, pero no existe en ellos una participación real, una interacción que desarrolle vínculos sociales propios del hombre.
    En este contexto los medios comunitarios presentan un modelo de cómo hacer las cosas por y para las comunidades, y no para consumidores en masa.
    Si no siempre podemos aprender algo del fútbol, que con menos esfuerzo, ha conseguido y consigue mucho más que los medios de comunicación, una bandera o un spot patriótico del Gobierno.

    SANTIAGO ARJONES, PAULA 152.C03

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