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¿Quién hacía qué?
Dejando de lado la educación en las distintas épocas de nuestros familiares para pasar a los roles familiares ¿Quién hacía qué? Para tener un mejor conocimiento de esto, como siempre he recurrido a mis abuelas quienes me han relatado cómo era para ellas la vida familiar.
En el caso de mis abuelas, tanto materna como paterna, eran las amas de casa que cuidaban de los niños y realizaban las tareas domésticas, algo para lo que habían sido educadas. Pero tengo que decir que no era lo único que hacían, las dos tenían trabajos fuera del hogar.
Mi abuela paterna trabajaba media jornada en una fábrica de conservas, dejando a los niños por la mañana con su madre y encargándose de ellos al llegar a casa. En el caso de mi abuela materna trabajaba tanto en casa como fuera como peluquera o costurera. Las tareas domesticas también eran cosa suya pero en este caso eran compartidas en muchas ocasiones con mi abuelo que trabajaba todo el día fuera de casa pero que “los fines de semana también le gustaba hacer cosas en casa”.
Aunque el hombre siempre era la figura que llevaba el dinero a casa, por lo menos la cantidad más importante, ellas intentaban aportar algo a la economía doméstica sin dejar de lado su “trabajo más importante”, cuidar de los hijos y la casa.
Con el paso de los años esto ha cambiado sustancialmente. La economía familiar es algo compartido por todos los miembros de la familia, no solo por el marido. Las responsabilidades y las obligaciones se han ido igualando para todos.
ALONSO FERNÁNDEZ, ROMINA 151.G01
Los setenta y la educación
Continuando con el apartado de educación de nuestro trabajo he avanzado hasta la época de los setenta, la generación de nuestros padres y para esto he recurrido a mi madre para que me explicase en qué consistía su educación. En esta época la situación social en España era bastante diferente a la vivida por nuestros abuelos.
La educación comenzaba entre los dos y cuatro años en centros privados y esta opción era opcional. Continuaba a partir de los cuatro en centros públicos hasta los seis años y también era opcional. A partir de aquí los niños comenzaban a asistir a la escuela primaria en la que permanecían hasta los catorce años. Tras la etapa escolar podían optar por estudiar BUP o una formación profesional.
En lo referente a las asignaturas, estas diferían bastante de las que nuestros abuelos cursaban. La caligrafía no era algo tan fundamental y las asignaturas como matemáticas, ciencias, naturales o plástica se incorporaron al programa. En el caso de las lenguas a estudiar, mi madre me explicó como poco a poco se introdujeron el inglés y el gallego como asignaturas obligatorias a partir de quinto curso. Por su parte la religión se reservaba para esa clase y no tenían la obligación de rezar al llegar al colegio.
Las actividades extraescolares eran algo habitual y los colegios ofrecían distintas opciones, “podíamos hacer tantas actividades como quisiésemos en las instalaciones del colegio, había muchos deportes o clases de baile gallego”. Además, las excursiones para conocer mejor zonas de Galicia también eran muy frecuentes.
La disciplina seguía presente casi en la misma medida que en décadas anteriores “los profesores te castigaban horas de pié mirando hacia la pared o te daban con la regla en las manos si te portabas mal”.
Lo que he podido ver es que en esta época la educación tenía más opciones además de las básicas y que daba la posibilidad de adquirir más conocimientos. Por otro lado la disciplina continuaba siendo algo característico del sistema educativo.
ALONSO FERNÁNDEZ, ROMINA 151.G01
La escuela en los tiempos de mi abuela
Siguiendo con uno de los apartados de nuestro trabajo he pasado a preguntarle a mi abuela sobre su educación y sobre aquellos años en los que la escuela formaba parte de su vida.
Ante la idea de que sus experiencias me sirvan para completar mi trabajo se ha sorprendido y ha intentado contarme lo mejor que pueda de aquella época.
Los niños empezaban la escuela con siete años y continuaban en la misma hasta los quince años. Era raro que tuvieran estudios tras ella. En el caso de mi abuela, una vez cumplidos los quince años y terminado ese curso comenzó a trabajar. Para explicarme mejor como pasaban por la escuela mi abuela me describió como era un día normal y corriente.
“Nada más llegar a la escuela nuestra maestra nos decía que era hora de rezar. Nunca pasábamos un día sin rezar y si remoloneábamos sabíamos que nos iban a castigar, así que lo hacíamos lo mejor que podíamos. Después dábamos las clases normales y las de caligrafía, que eran las más importantes. Nos dejaban ir a comer a casa y por la tarde vuelta a la misma rutina.”
En el caso de mi abuela su colegio era pequeño, no había un gran número de aulas ni tampoco de materiales o muebles. En las clases, exclusivamente de chicas, no había suficientes sillas para el gran número de niñas que juntaban en la misma. La edad no era el criterio por el que dividían a los alumnos, por lo que en la misma clase había tanto niñas que comenzaban sus estudios como otras más mayores. El recreo era el único momento en el que se juntaban tanto chicos como chicas.
Si no acataban las normas de comportamiento los castigos iban desde permanecer un buen rato arrodillados y con los brazos en cruz hasta recibir un golpe con una vara. La disciplina era muy importante y se aplicaba a todos los ámbitos académicos.
“Sí durante la clase de escritura derramabas tinta sobre los ejercicios o se te caía una gota muy pequeña tenías que volver a empezar y te hacían quedarte hasta más tarde.”
Como vistazo a la primera generación sobre la que trata nuestro trabajo veo que la disciplina era algo que estaba muy presente ya fuese en las escuelas de la ciudad o de las aldeas y que los castigos eran algo muy habitual.
ALONSO FERNÁNDEZ, ROMINA 151.G01
Álbumes familiares: Relaciones intergeneracionales
Con el tema de las relaciones intergeneracionales nuestro grupo pretende abordar las diferencias que conciernen a distintos temas que investigaremos. Estos son la educación y formación de cada generación así como el tiempo y las actividades de ocio y las relaciones sentimentales. Pretendemos realizar una comparación entre cada uno de estos puntos y cada generación para conocer y comprender como han cambiado o las similitudes que todavía se conservan.
El punto sobre educación es el tema sobre el que trabajaré yo. Para comenzar lo primero ha sido documentarse sobre la situación de la época, en este caso la época en la que nuestros abuelos iban a la escuela. Para esto es necesario además realizar entrevistas.
La escuela de los años cuarenta se caracterizaba por el autoritarismo de la figura del profesor, quien daba todas las asignaturas, y la división de escuelas por sexo. No estudiaban ninguna lengua distinta al español y contaban con materiales muy básicos para trabajar en el aula. La educación no era algo prioritario en la mayoría de los hogares, este es el caso de las familias del medio rural y con menos recursos que no llevaban a todos sus hijos a la escuela o si asistían era por un periodo muy breve de tiempo. El mismo proceso de documentación y entrevistas a familiares de las distintas generaciones será el que seguiremos en todos los aspectos del trabajo.
ALONSO FERNÁNDEZ, ROMINA 151.G01