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Page one, Un año en The New York Times
Bancarrota de la prensa impresa. “El viejo periodismo está muriendo, están ganando las máquinas”. Se trata el debate de si, a pesar de la bancarrota de muchos periódicos de prensa impresa, sigue en un buen momento este tipo de prensa frente a la nueva prensa online. Un futuro bastante desolador para los que aún no hemos empezado en el oficio, pero nos gustaría llegar a un periódico impreso.
“El efecto New York Times”. El hecho de que algunos sólo sabían que el planeta existía cuando leían el periódico por las mañanas. Esto nos lleva a pensar hasta que punto algunos sectores de la sociedad tienen en consideración a los medios de comunicación y son capaces de creerse todo lo que ven. Es un buen presagio si sigue habiendo personas que tienen esta fe ciega.
También creo que se debería comentar el hecho de que un periódico entero sufra las consecuencias de los errores de un sólo periodista. Ha habido casos en los que el prestigio d un periódico se ha perdido completamente hasta el punto de llevarlo casi a la ruina porque uno de sus redactores ha publicado información que se ha demostrado que era falsa.
Otro tema que da pie este documental a debatir es sobre si es legal o no la actuación de WikiLeaks al sacar a la luz esos vídeos sobre la ofensiva en Irak, entre otros. También se pone en duda si es legítima la actuación de algunos periódicos como el The New York Times, que fueron una especie de asociados con esta compañía a la hora de sacar estos vídeos en primera plana.
Me parece una gran historia la de David Carr, ex adicto al crack y padre soltero de dos hijos. Él dice que sabe perfectamente lo que es tener que salir a flote. Cuando le preguntan si no le da miedo que le despidan de The New York Times no duda, sólo le dan miedo en la vida las armas y los bates. Me parece una historia que enseña mucho de la vida. No sólo para todos aquellos que superan una adicción tienen que reinsertarse, sino también para aquellos que queremos desempeñar la misma profesión que el. Verlo trabajar en este documental muestra un buen trabajo.
MULEIRO FERNÁNDEZ MARÍA
LOCALIZADOR 152.F02
Una dosis de realidad
Hoy, y al ser mi último post, me gustaría compartir con vosotros una historia. En todos los anteriores posts todos os poníais de acuerdo en que estaría bien que contáramos historias reales. En la última reunión que hemos tenido, nos han contado una historia, que voy a compartir con vosotros. Como ya sabéis, no podemos ni conocemos la identidad de sus protagonistas, pero eso no le quita veracidad. Antes de nada, os voy a poner en contexto: los CADIS son unos centros de día que ayudan a familias, trabajando con los pequeños y adolescentes, para normalizar la convivencia familiar.
Es el caso de una familia monoparental, que recibía la ayuda de un CADI (Centro de Atención de Día Integral). La madre tenía dos hijos, uno pequeño y otro adolescente. El hijo mayor, ayudado por la edad en la que se encontraba, se escapaba un poco del control de su madre, que no era capaz de meterlo en cintura, por decirlo de alguna manera. La madre no era capaz de ejercer su autoridad sobre él. En un momento determinado, se decide que como esta madre no es capaz de actuar necesita ayuda externa. Incluso se llega a que este adolescente acabe bajo tutela. La madre vivía con su hijo pequeño, que tenía cinco años en ese momento, y no tenía ningún problema, dado que en el proceso de trabajo en la situación con el hijo mayor, se trabajó también con la madre y el pequeño. Se le enseñó a tener más autoridad y a que su hijo la respetara. Aunque con el mayor ya llegaba tarde esta ayuda. A esta mujer le diagnostican un cáncer. Ante esta situación, una persona que aprendió capacidades parentales que le faltaban, se enfrenta a una enfermedad que anula todo el trabajo conseguido. Este niño acabó institucionalizado. Pasó de un centro de una guarda a una casa familia y hasta pasados casi cuatro años no volvió a su hogar.
Con este caso queremos mostraros como a cualquier familia le puede hacer falta ayuda externa, no son casos tan raros. Además de que no todos los niños que acaban en estos lugares no son malos, como se opina popularmente.
MULEIRO FERNÁNDEZ MARÍA 152.F02
¿La ficción supera la realidad?
Todos hemos oído hablar de programas como “SuperNanny” o “Hermano Mayor”, en los que aparecen historias de distintos niños y adolescentes que muestran problemas de comportamiento. Nos gustaría cuál es la opinión de la gente de la calle sobre ellos, después de haber conocido la reacción de los profesionales con los que hemos hablado. A continuación les mostramos un vídeo con el resultado de nuestro trabajo de campo. También nos gustaría saber vuestra opinión, así que todos podéis animaros a responder.
Como podemos ver en el vídeo, la mayoría de la sociedad piensa que estos programas son irreales. Pero, tras nuestra experiencia con ARELA, nosotros nos hemos dado cuenta de que la realidad es otra. En una de las reuniones que hemos hecho a un CADI aquí en Santiago, hemos descubierto que ellos tienen una labor parecida, con muchos matices, a la que se puede observar en programas como Supernanny, aunque, precisamente ellos mismos los odian, porque no muestran la verdadera realidad.
Mila, la coordinadora del CADI de Santiago nos contaba que lo que más le choca es que se muestre esta situación como irreal cuando hay niños en esa misma situación y en peor estado. En el caso de Hermano Mayor, cree que imposible que aparezca alguien con una varita mágica, que cambie radicalmente y mejore su vida, ya que para lograr esto es necesario un trabajo continuo durante mucho tiempo. Ellos tienen casos de dos o tres años, en los que día a día van ayudando a que la situación inicial mejore.
En el caso de SuperNanny, nos muestra un trabajo más real al que se lleva a cabo, pero como ya hemos dicho, tiene muchos matices ficticios.
Por otro lado, Suso, el director del CIEMA de Pontevedra, nos cuenta que existe una relación entre el contenido televisivo de este tipo de programas y en general de aquellos de carácter violento con el aumento de la violencia filio-parental.
En próximos post iremos aumentando la información que hemos obtenido de estas reuniones y que os puede ser interesante.
Por último, nos gustaría llamar a la reflexión. Si la mayoría de estos reality shows son una farsa y no aportan nada a la sociedad, ¿por qué se siguen emitiendo? Está claro que si se siguen proyectando es porque niveles de audiencia lo apoyan, por lo que cabe reflexionar sobre lo siguiente: ¿Somos la sociedad del morbo? ¿Nos da igual con qué temas jugar a cambio de un programa de televisión con el que pasar el tiempo?
GRUPO 152.F00
JORGE MICHELENA GRANDÍO 152.F01
MARÍA MULEIRO FERNÁNDEZ 152.F02
TATIANA OJEA VÁZQUEZ 152.F03
RAQUEL OTERO FERNÁNDEZ 152.F04
TANIA VÁZQUEZ FLORES 152.F05
ETIQUETAS: NIÑOS DE CENTRO
Como en todas aquellas comunidades formadas por personas que se salen de la que se suele considerar la situación normal, en ARELA también existe el problema de los estereotipos.
En primer lugar, a la mayoría de nosotros, si nos hablan de un niño de centro, casi en la totalidad nos imaginamos que nos hablan de un niño conflictivo. Los niños que viven en las casas familia no son para nada conflictivos. Tienen ciertas carencias familiares que hacen que estén ahí, como medio de ayuda, hasta que la situación en su hogar sea apta.
Estos niños, quieran o no, llevan consigo una etiqueta, como ya dije, negativa en la mayoría de los casos. Si al problema por el que ellos mismos están pasando le añadimos la discriminación con la que son tratados, es mucho más difícil para ellos. Como siempre, no podemos generalizar: algunos niños dicen abiertamente que son niños de centro; otros, lo callan, pero su entorno lo nota enseguida. No sólo es cosa de ellos. La sociedad es la culpable de crear estos estereotipos, motivados por la falta de comunicación.
La comunicación en casos como los que ellos tratan, es lo primordial. Aroa nos contaba que la relación con los niños de la casa familia era buena, con roces, como en todas las relaciones. Lo que más les costaba era cuando entraba un niño nuevo. El esfuerzo que hacen los jóvenes por superar las carencias que se les presentan se ve intensificado si día a día tienen que demostrar que no son ellos el problema o que no son malos.
Lo ideal sería que todos nosotros reflexionáramos sobre esto. ¿Cómo repercute en las personas la visón que los demás tenemos sobre ellos? Y más en particular, ¿por qué clasificamos con etiquetas sin conocer a fondo la realidad de esas personas?
MULEIRO FERNÁNDEZ, MARÍA. 152.F02
Ni tan buenos, ni tan malos.
En los post anteriores os hemos ido hablando mis compañeros y yo sobre las casas de familia, en todos sus aspectos. ahora es el turno de centrarnos en la otra rama de la que se ocupa ARELA.
Hemos visto la situación de niños en los que el problema era la situación familiar, por eso se encuentran lejos de su familia, hasta que la situación sea la mejor para ellos. Ahora vamos a ver la otra cara. ARELA también ayuda a niños y jóvenes infractores, que han cometido algún delito y por ello la situación no es la mejor. En el siguiente vídeo, Aroa, la directora de la casa de familia de Santiago nos explica un poco mejor lo que son los CIEMAS, los Centros de Intervención Educativa en Medio Abierto.
La comunicación no es siempre buena. No podemos saber el por qué de las actuaciones de estos jóvenes, pero desde centros les ayudan a reinsertarse. Mediante ejercicios y actividades que fomentan la comunicación entre ellos y consigo mismos hacen que, en cierto modo, su actitud cambie. Lo que se pretende no es cambiarles, es hacerles ver cuales serías las formas de conducta adecuadas.
Esta misma mañana, dos de mis compañeras de grupo han estado en uno de estos centros en Pontevedra. En el próximo post os comentarán todo lo que han aprendido de su visita allí.
MULEIRO FERNÁNDEZ, MARÍA 152.F02
Comunicar una infancia difícil
Debido a que hasta la semana que viene no tendremos nuestro primer contacto físico con la asociación ARELA, con la que trabajamos, en mi primer post voy a explicar cómo hemos contactado
con esta asociación y explicar un poco el funcionamiento de esta, ya que por los comentarios en el post de mi compañero, parece que quedaron algunas dudas.
Como portavoz del grupo (formado, además, por Jorge Michelena, Tatiana Ojea, Raquel Otero y Tania Vázquez: GRUPO F: 152.F00) , he sido la encargada de mantener el contacto
con la asociación, mediante e-mail. Desde el primer momento se han mostrado colaborativos, ofreciéndonos su ayuda para este proyecto en la medida de lo posible, ya que al tratar con menores y además en una situación difícil, nuestro acceso a ellos no es sencillo. Además, estamos en contacto
con otra fundación, la fundación IGAXES, de las mismas características.
ARELA realiza diversas funciones: cuentan con un centro de atención integral de día, con centros de intervención educativa y con casas de familia. Su principal función son estas últimas, las casas familia. En estas viviendas conviven ocho niños o adolescentes con cuatro monitores, donde trabajan
con estos chicos, al mismo tiempo que se está trabajando con sus familias. En estos casos, los niños provienen de sus hogares, en los que su comportamiento ha excedido los límites razonables, y se pretende solucionar esta situación para que vuelvan a ellos. En otros casos, los niños no tienen una familia y se pretende que convivan en estos hogares hasta que su situación sea la adecuada para destinarlos a un hogar de acogida.
A continuación os dejo un vídeo, colgado por la propia fundación con motivo de su 15 aniversario, en 2013, en el que se muestra a los niños en las diversas actividades
que realizan.
MULEIRO FERNÁNDEZ, MARÍA. 152.F02