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Nosotros malalimentamos al mundo
“Cuando 100.000 personas mueren de hambre, se dice que no podemos alimentarlos, o ¿es simplemente que no queremos alimentarlos?” We feed the world es un documental austríaco que nos cuenta las claves sobre cómo se produce la comida para el consumo de la gente, y trata otros temas como el hambre mundial, la explotación de trabajadores y la obligación a la emigración de gente para ganarse la vida (en África, por ejemplo, lo que ganan por producir no llega para mantener una familia), la industrialización o el “mercado libre”. Sobre el hambre, un par de aclaraciones aquí: http://es.wfp.org/historias/11-mitos-sobre-el-hambre-mundial
Cosas como las que cuenta en We Feed the World, Vincent José Puhl dan que hablar. En Brasil se sigue destruyendo la selva amazónica para plantar cultivos de soja, que darán de comer a los animales de las granjas industriales de China, Japón y Europa, mientras una gran parte de la población pasa hambre. Y esto por poner un ejemplo de tantos, pero la actitud que hay actualmente hacia la comida como materia prima no tiene nada que ver con acabar con el hambre de las personas, sino que es destinada a necesidades industriales. ¿Qué sentido tiene que el mayor exportador de soja tenga a sus habitantes pasando hambre? Esta ironía es la que aparece en todo este mundillo que domina el capitalismo, en la que matan de hambre a personas para obtener el beneficio unos pocos. Otra prueba de esto es que aun habiendo semejante pobreza, cedan las tierras a grandes empresas quitando así terrenos para el cultivo propio. http://www.derechoshumanosdelcampesinado.org/pt/africa/262-mas-de-veinte-paises-africanos-ceden-tierras-al-extranjero-para-agricultura-intensiva-multimillonarios-y-megacorporaciones-tras-la-inmensa-apropiacion-de-tierra-en-africa.html
Es más, no deben tener suficiente que en cualquier comercio de África se pueden comprar productos europeos más baratos que los propios de allí.
Podemos ver cómo somos, y cómo las grandes empresas han cambiado nuestra mentalidad hasta el punto de pensar en que para que unos coman bien, otros deben morir de hambre. Y esto no es nada más ni nada menos que su forma de trabajo. Porque “con el actual nivel de producción agrícola se podría alimentar a 12 billones de personas”.
Ochoa García BCP 204
Cuestión de confianza
Bauman hace referencia a la falta de seguridad que existe en la sociedad, corrompiendo como consecuencia una parte de la comunidad. Yo también opino lo mismo, más aún, cuando en esa sociedad hay una crisis económica como la actual, aumentando de una forma exponencial esa inseguridad entre las personas. Inseguridad viene provocada por la desconfianza existente entre nosotros, ya no confiamos en nadie. Es algo que ahora casi se enseña en todas las casas, no confíes en nadie. Esa frase que toda madre le dice a su hijo al salir de casa “No hables con ningún desconocido”. Es cierto que no se puede confiar en cualquier persona; tiene que tener algo que demuestre que esa persona merece tu confianza.
Sin embargo, se puede observar las diferencias entre vivir en una comunidad grande como una ciudad a vivir en una pequeña como un pueblo o aldea. Cuanto más grande sea la superficie y el número de habitantes mayor será el anonimato de esa persona y menos información dispondrás de ella, por lo que la confianza será más difícil de conseguir. En cambio en un pueblo pequeño donde es fácil conocer a casi todos los habitantes de esa región la confianza se va afianzando día a día, consiguiendo de esta forma una seguridad en la comunidad. Con esto no quiero decir que en los pueblos haya más seguridad que en las ciudades, que puede ser todo lo contrario. Solamente que en un pueblo la interacción entre personas es más fácil y no exige tanto esfuerzo como en una ciudad.
En el texto se hace referencia también a la imposición de castigos a las personas que incumplan las normas para así asegurar la integridad de la comunidad. Esta es una medida que tiene que existir para asegurar cierta armonía, pero la confianza es algo que se debe introducir desde pequeños en la educación. Una persona tiene que aprender a confiar en los demás, a ser solidario y a convivir con el resto de ciudadanos. En el siguiente enlace os pongo un artículo en donde se habla sobre la seguridad ciudadana.
García Chouciño, Alejandro 141 C05
El deber del periodista
En la lectura de Jay Rosen “Tornar la vida pública más pública” nos da una visión acerca del periodismo cívico. Como a partir de la crisis vivida en los medios de comunicación se busca el contacto con el ciudadano, para así ofrecerle la información que verdaderamente necesita. Yo también opino, al igual que el autor, en que un periodista tiene que volverse público; ya que una de sus funciones es alertar a los habitantes de los problemas que tienen a su alrededor y que ellos desconocen o no disponen de la información suficiente. Richard Rorty llega a preguntarse “¿Qué hacemos nosotros, los que estudiamos la comunicación, para que la democracia funcione?”. La verdad es que es una pregunta que los periodistas nos tenemos que hacer, porque en cierto modo, somos como unos transmisores de información para las personas, que de esta forma consiguen enterarse sobre las acciones políticas o sociales que se estén realizando en ese momento.
Pero volviendo a lo público, el periodista no puede dedicarse a teorizar sobre los temas que le vayan surgiendo, como indica Rosen en la lectura. Tiene que interactuar con los habitantes para saber qué es lo que ellos quieren saber y así transformar o convertir sus teorías en opinión pública. Esto también exige establecer una confianza entre el periodista y los ciudadanos, provocando una mayor credibilidad en las noticias que esa persona divulgue en el medio de comunicación para el que trabaje.
Por otra parte esta interacción con las personas sirve para conseguir más contactos en tu agenda de periodista, facilitándole la recogida de información cuando las fuentes sean verídicas y de confianza. Pero, ¿llegaremos a tener un periodismo cívico pleno algún día? En el siguiente enlace se explica un poco más de que trata el periodismo cívico.
http://www.jstor.org/discover/10.2307/40825547?uid=3737952&uid=2&uid=4&sid=21103546541947
García Chouciño, Alejandro 141 C05
La esperanza de las favelas
Si en Google introducimos las palabras “las favelas”, entre sus recomendaciones aparece “las favelas son peligrosas”. ¿Por qué? Porque el gobierno las consideró impresentables durante mucho tiempo y no las incluyó en los mapas, haciendo que estas comunidades sean invisibles en el plano legal. Esto llevó a que los traficantes de drogas se adueñasen de ellas.
Sin embargo, en las favelas no sólo hay peligro, ilegalidad y droga. En ellas nacen ideas como la que surgió en los años 80, Radio Favela. Una radio pirata creada por Alexandre Moreno y sus amigos que dio más de un quebradero de cabeza al gobierno. Quisieron callarla durante 20 años sin éxito alguno, ellos daban voz a las favelas.
Fuente: http://www.parainmigrantes.info
Numerosas asociaciones han ayudado a estas comunidades pero una destaca sobre las demás, la Asociación Pracatum: http://www.carlinhosbrown.com.br/es/mosaico/trabajo-social/associacao-pracatum.
Carlinhos Brown es quién encabeza esta iniciativa en Candeal, su barrio natal. Fue creada con el objetivo de desarrollar un trabajo fundamentado en “educación y cultura, movilización social y urbanización”.
Candeal es un modelo a seguir de desarrollo comunitario, la abundancia de músicos crea perspectivas profesionales para los jóvenes que allí residen, dando lugar a una escuela de música que dispone de estudio de grabación, aulas, salas para ensayos…etc.
Aquí os dejo un fragmento de un documental que trata esta iniciativa:
Así que Google, las favelas no son peligrosas, las favelas tienen esperanza y necesitan a gente como Carlinhos Brown o Alexandre Moreno.
Amado Rodríguez, Sara 141 B01
Di que no
No, una película basada en hechos reales sobre el final de la dictadura chilena nos muestra cómo se puede llegar a cambiar la forma de pensar de la sociedad. El 5 de octubre de 1988 los chilenos tenían convocado un plebiscito en el que no había pregunta sino que tenían la siguiente frase: Presidente de la República- Augusto Pinochet Ugarte. Y debajo del nombre un SI y un NO. Por lo que se votaba si querían la continuidad del régimen o su fin. El miedo y terror difundido durante la dictadura auguraban una victoria del SI. Pero por primera vez en quince años la televisión le concedía quince minutos a la candidatura del NO para difundir su propuesta entre las veinticuatro horas del día. ¿Cómo convencer a una sociedad asustada de que el NO es la opción buena?
Aquí entra la función de René Saavedra (interpretado por Gael García Bernal), un joven publicista que consigue cambiar la estrategia publicitaria del NO. Muestra como la publicidad necesita una toma de contacto con las personas, saber lo que quieren, anticiparse a sus pensamientos. Se hace una diferencia de los diversos sectores que se encuentran en una población, ya que un anuncio no puede ir dirigido igualmente para los jóvenes que para las personas mayores de edad. Buscan un cambio de imagen que muestre las ventajas de su candidatura. Muchas veces para convencer de algo a alguien no se recurre a lo negativo, a arremeter contra el rival (estrategia que tenía la oposición en el inicio de la película), sino que se habla de temas positivos, se alude a la alegría, la felicidad del cambio.
Es curioso ver como la publicidad puede provocar un cambio histórico en la política de un país, como se puede convencer a la sociedad de que realmente tienen que votar por el cambio y volver a la democracia. Esta manipulación en las personas se produce constantemente en la publicidad, nos hacen dependientes de una serie de productos que realmente podemos vivir perfectamente sin necesidad de usarlos. Por eso uno de los factores desde mi punto de vista fundamental en la publicidad es la comunicación entre el anunciante y el consumidor, para de esta forma saber qué es lo que puede necesitar.
Os pongo este enlace donde explica de una forma más clara el proceso de promocionar un producto.
García Chouciño, Alejandro 141 C05
Periodismo cívico, ¿para qué?
El periodismo cívico, o público, es una tendencia que pretende retornar a los orígenes del periodismo, recuperando la tradición utilitaria que lo caracterizó en otra época. Para ello, es preciso un esfuerzo doble: por un lado, convertir al periodista en una figura de responsabilidad pública, y por otro lado, que los medios se transformen en foros en los que el usuario encuentre eco a sus ideas y necesidades. Existe un elevado número de asociaciones de periodistas que comparten este concepto, como la red Public Journalism: http://pjnet.org/charter/
Esta línea editorial, nacida en los años setenta, tiene como fin último servir a la democracia, potenciando sus virtudes y llamando la atención sobre sus defectos. Requiere, por tanto, una estrecha colaboración entre los periodistas y las comunidades existentes; de esta forma, las historias y noticias ayudan a fortalecer los nexos dentro y fuera de cada comunidad individual. No debe confundirse esta forma de entender el oficio con el periodismo ciudadano-participativo, ya que atañe sólo a profesionales de la información.
La base práctica de esta forma de periodismo es la ‘conversación’, entendida como el debate, la aportación y el feedback entre periodista y ciudadano, que no es un mero cliente. En última instancia, se defiende el papel del periodista como divulgador de conocimiento práctico, y no teórico.
Aquí empieza el batiburrillo de paradojas que intentan sostener el concepto de periodismo cívico. Para empezar, este enfoque comunitario limita en seria medida el impacto real de la información: al centrar los recursos en entornos de colaboración escasamente productivos, la cantidad de información es limitada y de escasa profundidad. No se puede aplicar este tipo de periodismo a las cuestiones que ocupan buena parte de la actualidad, como la economía, la política o los deportes. Es un periodismo social, cerrado sobre sí mismo y con un reducido papel del periodista en el producto final. Parece más bien el trabajo de un sociólogo, o un político.
Luego, está la defensa de los valores democráticos como sustitución del código deontológico del periodista. Puesto que la democracia es un sistema político por encima de todo, y no una ideología en sí, no sustenta los principios necesarios de moralidad y ética. Dicho de otra forma, el concepto de democracia, al contrario que el de libertad, o el de capitalismo, es variable y connotativo; no hace mucho, la democracia no era igualitaria, ya que se basaban en una porción del censo con unas características determinadas, pero era democracia también.
Enfocarse hacia las comunidades también tiene un añadido perverso: la línea editorial se difumina y lo que se presenta como un elemento humano representativo puede ser en realidad sesgado intencionadamente. No se puede lograr independencia cuando se favorece a un sector de la audiencia y se margina a otro con sus mismos derechos. Es un foco personal, de reportaje, pero no de noticia estricta.
El papel del periodista cívico, utilitario, debería evitar el contacto directo con el agente de la información. Comportarse como un observador, crítico pero honesto. http://233grados.lainformacion.com/blog/2014/02/marwan-el-niño-que-no-cruzó-solo-el-desierto.html
Sólo así se puede lograr objetividad, un retrato veraz y desinteresado, que es lo más útil que existe para el ciudadano. También puede haber hueco para servicios más mundanos, la información de la vida diaria. Para todo lo demás, tenemos el periodismo tradicional, político-económico, regido por unos intereses y una línea editorial que busca unir política y sociedad.
Bernárdez Pérez, Óscar 141 B04
Frost vs Nixon, duelo verbal y emocional
Viendo El desafío: Frost contra Nixon, una película del 2008 cuya temática son las famosísimas entrevistas llevadas a cabo en 1977 por el showman, humorista y periodista David Frost al ya de aquella ex-presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, con el objetivo de destapar sus escándalos por espionaje y por la guerra de Vietnam, comprobamos cómo el poder de la palabra y de la inteligencia emocional pueden frustrar el plan del carismático Frost, quien deberá aplicarse a fondo para enfrentarse a todo un manipulador de la oratoria, capaz de llevar a su terreno a su rival sea cual sea la pregunta formulada. Además, la película intensifica las jornadas previas a las entrevistas y las propias entrevistas de tal forma que esas dos horas que aproximadamente dura esta adaptación a la obra del dramaturgo británico Peter Morgan, se convierten en dos horas de auténtica tensión, de estrés en ocasiones propio de nuestro oficio, de autosuperación absoluta tras cada entrevista.
En cuanto a la búsqueda para asociar determinados aspectos de la película con nuestro seguimiento a Alcohólicos Anónimos, habría que señalar que debemos aplicar en nosotros mismos la actitud de David Frost de no dejarnos convencer fácilmente con bellas palabras, de realizar nuestra labor dejando a un lado cualquier factor que entorpezca nuestro trabajo.
Sin dejar de lado la línea de la película, es importante señalar la fuerte presencia de uno de los temas a tratar en una de las entrevistas: el intervencionismo militar estadounidense, sobre el que encontramos en sindominio.net , un texto basado en el artículo publicado en la revista Kalegorria Cien años de intervencionismo, las acciones criminales de los EUA en el mundo de Juantxu Domínguez, además del texto La doctrina Monroe y el intervencionismo estadounidense(págs. 65-67) de una recopilación de ensayos contemporáneos de la Universidad de Palermo o un resumen del texto del Doctor en Derecho y Maestro en Filosofía por la Universidad Panamericana(México), Juan Federico Arriola Cantero titulado De los fascismos europeos al imperialismo estadounidense. Además, hay que destacar el famoso Caso Watergate, del que recopilamos alguna información que explica en qué consiste dicho caso. Ejemplo de esta información la encontramos en El Mundo o en la revista crítica de Ciencias Sociales y Jurídica de la Universidad Complutense de Madrid Nómadas-en este caso, de la mano de Carlos Sánchez Hernández- con el texto Nixon o la arrogancia del poder: Treinta años después del Watergate(1974-2004).
A modo de conclusión, podríamos recomendar El desafío: Frost contra Nixon por tratarse de un largometraje que cuida detalladamente aquellas cuatro entrevistas que aún a día de hoy suscitan tantas invitaciones a la reflexión sobre el mundo occidental; y más concretamente sobre el panorama sociopolítico en Estados Unidos a finales de los años setenta.
MONTERO CASTRO, PABLO 142 B02
La influencia del individuo en su propia comunidad
Tras ver la película escocesa Local Hero(Un tipo genial), estrenada en el año 1983, uno se percata de la enorme importancia que tiene cada persona como ser individual dentro de su propia comunidad y, en ocasiones, hasta más allá de ella. Lo que en principio era un viaje de negocios basado lógicamente en el dinero, acaba siendo un viaje en el que los sentimientos superan al egoísta sistema capitalista instaurado en el día de hoy, en el que el dinero prevalece sobre cualquier clase de valor de tipo humano-la solidaridad, el respeto, la verdad, etc-.
Este largometraje nos adentra en un pueblo de la Escocia profunda, en el que una empresa petrolífera americana dirigida por Happer, pretende construir allí una refinería, por lo que enviará a uno de sus empleados(Mac) para conseguir licencia para dicha construcción. Durante sus primeros días de estancia en el pueblo junto con su compañero Danny, a Mac le extraña la gente del peculiar lugar por tener todos varios empleos y colaborar en todo los unos con los otros.
El único personaje del largometraje que se niega a la construcción de la refinería es un anciano(Ben Knox) que vive desde hace más de tres décadas en la playa del pueblo y que dicha playa le fue heredada por una propiedad histórica existente desde hace siglos. Además, debido a su negativa y a un conjunto de factores que hacen que Happer, Mac y Danny acaben adorando esas tierras-unos por amor y otros por la belleza del paisaje-, el pueblo acaba permaneciendo intacto, mostrando así la fuerza que puede llegar a tener un individuo y a su vez cómo una comunidad tan unida puede hacer cambiar las expectativas de una comunidad ajena.
Sobre esto último, encontramos un vídeo de una conferencia del filósofo argentino Enrique Dussel en el que afirma que el ser humano como individuo siempre ha sido comunidad, además de tratar diferentes temas relacionados con el mundo social y político: http://www.youtube.com/watch?v=xxWNOSIjfUA
En relación con el seguimiento que nuestro grupo de trabajo está llevando a cabo a Alcohólicos Anónimos(A.A.), podríamos señalar que, ciertos aspectos que nos resultaron extraños durante la primera toma de contacto con la asociación-al igual que a Mac le resultaban extraños ciertos detalles del pueblo escocés- podrían, que no pueden, llegar a resultarnos normales debido a la costumbre de estar en contacto con dichos aspectos-por ejemplo, la presencia de la religión en A.A.-.
Finalmente, hay que destacar el tema del petróleo, motivo de tantos conflictos de carácter sociopolítico como bien reflejan los textos de Esperanza Martínez y Abayomi Azikiwe, además de aparecer de manera crucial en la película comentada:
http://chiapas.laneta.org/desmilitarizacion/encuentro/ponencias/emartinez.htm
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=179348
MONTERO CASTRO, PABLO 142 B02
La radio une lo que el río separa
El río Magdalena es el más importante de Colombia. Según esta noticia de El Mundo, “el 49% de la población colombiana depende de alguna manera de su cuenca”. Aún así, tal como se expresa en este texto, “el Gran río, como se bautizó al Magdalena, muere lentamente intoxicado por cientos de miles de toneladas de todo tipo de residuos”. Pero este no es el único problema de esta fuente de recursos naturales. Los habitantes de los poblados cercanos al río han tenido que aprender a convivir con los conflictos armados. Todos quieren tener su trozo del pastel, todos quieren poseer la tierra y explotar los recursos del Gran río.
Aquellos que dijeron la tierra para quien la trabaja, diría lo mismo para “la sangre de Colombia“. El pueblo colombiano quiere que hacer oír sus voces, están hartos de tantos abusos. Y así nacen las radios comunitarias. Buscan el desarrollo de la población y la paz en el territorio. Con este objetivo, quien genera los contenidos es la propia comunidad, siendo así un medio de comunicación libre para expresar opiniones y poder hablar de temas públicos que involucran a todos. Una radio comunitaria no es como el resto de medios, no es excluyente y responde a una gran amplitud de temas, colaboraciones de la población, así como una ayuda para los habitantes del lugar.
Los pueblos quieren que se les escuche, que se les tenga en cuenta. Este documental, Voces del Magdalena, expone el importante labor social que tiene la radio: dar voz a quien no la tiene. Estos espacios pertenecen a la población, cuyo único deseo es llegar a tener una vida en paz, lejos de los conflictos armados y la pobreza extrema. Para lograr una convivencia y un mayor diálogo entre los intereses de todos, las radios comunitarias proponen introducir un mayor debate social con los temas básicos que preocupan a la ciudadanía y de los que sin embargo nunca se discute, por ejemplo en lo relativo a la educación. Y es que hablando se entiende la gente.
Por último, la Asociación Red de Emisoras Comunitarias del Magdalena Medio es una organización que promueve la comunicación social, donde la radio está al servicio del desarrollo comunitario. Esta organización de carácter no gubernamental contribuye a la democratización de la palabra y a la consolidación de espacios de participación, construyendo así la identidad regional basándose en la diversidad de las poblaciones colombianas cercanas al río Magdalena. Es por todo esto que la radio se dedica a unir a la población, que se encuentra fragmentada por culpa de las luchas y conflictos por el control del Gran río.
PÉREZ FRAGA, PAULA BCP 205
La marcha de la dignidad
“Esto es una batalla contra el sistema, la policía, el presidente…”. Relata un escritor y periodista. Él es tan solo una de las muchas caricaturas que conforman una odisea anónima, o así se nos presenta el documental, La dignidad de los nadies.
En este cine de testimonio, la melodiosa voz del narrador nos va desgranando las características que constituyen la realidad de una país entero. Un gran déficit, devaluación de la moneda, recorte en el gasto social, pobreza del 56% y una desocupación del 26%… ¿Nos suena? Claro, porque Argentina parece compartir muchas de las adversidades que presentan los países en crisis. Y así es. Finales del siglo XX, principios del XXI, Argentina sufrió una importante recesión social, política y económica. En 2001, con el llamado ‘Corralito’, entre otras severas medidas por parte del Gobierno, se restringió el dinero en efectivo de las cuentas corrientes, cajas de ahorro, etc. Como ocurrió en España, el Estado se encargó de saldar las millonarias deudas que los bancos argentinos presentaban. Después de que la sociedad argentina hubiese mantenido durante los años 90 una actitud de pasividad ante el cambio, parece que en esta etapa de recesión la conciencia se transforma. Un recuerdo parecido nos viene a la mente; los movimientos sociales en España como el 15-M, que supuso un incremento de las protestas hasta la actualidad. Tanto en las revueltas de Argentina como de España, se pueden detectar unos puntos de encuentro. Por una parte, sería la buena voluntad de presionar al Gobierno para acabar con la situación y modificar el sistema. Sin embargo, por otra parte, ambos han pecado de lo mismo; una clara desunión a la hora de establecer intereses y resultados.

Hay una diferencia abismal entre el rural y la ciudad. Se nos muestran algunos barrios en donde viven personas precariamente y en riesgo de exclusión/ Fuente: Sensacine.com
“El Estado no existe acá”, dice una de las mujeres de avanzada edad de un barrio marginal. “Tenemos una educación de mierda para los pibes” . “Lo que más triste me pone es no poder llevar a mis hijos a la escuela”, añade otra. “Nuestro pueblo no está derrotado, estamos ofreciendo resistencia”, así se muestra otro vecino de la zona. A través del film, nos podemos introducir en varios ambientes de decadencia y pobreza, “abandonados” como dicen algunos, por “los de arriba”. Y es así como se nos presenta Argentina. Un cuadro de seres dignos y coherentes que representan a una población que no tiene recursos para aspirar a una clase de vida mejor. En otros escenarios podemos escuchar frases como “llevo 4 años desocupado”, “lamentablemente somos argentinos”, “¿que me van a dar a mí trabajo, con 62 años?”, “los medicamentos deben ser producidos por el Estado. Son un derecho, no una mercancía”. Para muchos argentinos parece no existir la palabra prosperidad. Y se echa en falta que el film proponga una alternativa viable a unas problemáticas en concreto y no en abstracto como se nos plantean. La perspectiva que nos ofrece La dignidad de los nadies viene marcada por una ideología socialdemócrata. Hay una gran crítica hacia las fuerzas de seguridad y al Gobierno, indestructibles, corruptas y clasistas. De esta manera, la solución que aparenta proponerse es la mejora del Estado del bienestar, de una educación, sanidad, transporte y otros asuntos, así como mayores libertades y protección de los derechos humanos.
¿Quién está detrás de La dignidad de los nadies?
Fernando Solanas, o más bien conocido como Pino Solanas, es el director, guionista y el director de fotografía de este film. Producido por Cinesur S.A, es propiedad del partido político argentino Proyecto Sur, de orientación nacional izquierdista, del que forma parte también Solanas. De hecho, el director del documental es actualmente Senador Nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Para contextualizar mejor el sentido de este documental, es preferible tener información de las ideas que se quieren ensalzar. No obstante, debemos quedarnos con lo más importante, aquello que sin lugar a dudas se ha querido destacar y se ha conseguido alcanzar: dar voz a los que no la suelen tener y dignificarlos.
IRENE PICALLO DOCE BCP 306
El legendario temor a las ciudades
W. Bendamin nos refleja en “El Flâneur” un miedo social bastante pintoresco si lo transladamos a nuestros días. El temor de los hombres a la gran ciudad, aunque a día de hoy nos pueda parecer un objeto de burla o mofa, era algo muy común en los comienzos de la industrialización. Fueron numerosos los autores que mediante sus testimonios y escritos perpetuaron este temor infundado en la población.
Este pensamiento tienes sus orígenes en los años cuarenta con la aparición de la literatura folletinesca y panorámica, en concreto con la Escuela Superior de Folletines. De ella salen numerosos críticos de la talla de Baudelaire con sus fisiologías de personas, animales o mismo pueblos. Sin embargo, estes temores pueden venir dados por un desconocimiento de novedosas implantaciones fruto de la industrialización. Estas pueden generar un rechazo en un principio, incluso una actitud reacia al enclaustrarse en un modelo concreto.
Esto mismo puede trasladarse a la dicotomía expresada por Bendamin entre la vida de la ciudad y el rural. Expone una sociedad de masas que resulta peligrosa para el individuo. Nuevos medios de transporte (fruto de la industrialización) con el autobús resultan incómodos según Simmel por el choque de miradas constante de los ciudadanos. Foucaud asegura que “un goce tranquilo es ni más ni menos que agotador”, de esta manera alenta a los ciudadanos a cualquier contacto entre sí. Los convierte en frágiles maniquís dentro de las rudas y frías edificaciones de la gran ciudad. Reflejo de estes testimonios son las historias de detectives del Edgar Allan Poe o la reivindicación y ensalce de la vida privada por parte de Balzac. El concepto de “comunalidad” utilizado por el autor resulta, a mi parecer totalmete deactualizado
Por lo tanto, todos y cada uno de estos testimonios (tanto personales como de autor) tiene una base anacrónica totalmente válida pero que a día de hoy carece de coherencia y relevancia. Los cambios se suceden constantemente y la incertidumbre a todos ellos forma parte de la naturaleza humana del hombre.
Rodríguez Varela, Carla BCP.307